Desde 1994, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer establecieron el 21 de septiembre como Día Mundial del Alzheimer.

El Alzheimer es una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro, que provoca el deterioro de la memoria, el pensamiento y la conducta. Es considerada la demencia más común y se desconoce la causa de esta.

Esta demencia suele presentarse en tres etapas. La primera se desarrolla aproximadamente durante tres años, en ella se observa un paulatino deterioro en la memoria episódica, la persona olvida eventos recientes, no importa que hayan pasado 10, 15 o 20 minutos de un hecho determinado.

En la segunda etapa, todos los aspectos de la memoria empiezan progresivamente a fallar. Comienzan a surgir problemas de lenguaje (afasia), de funciones aprendidas (apraxia) y de reconocimiento (agnosia).

Finalmente, en la tercera etapa, se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada una de las facultades intelectuales. Los síntomas cerebrales se agravan, acentuándose la rigidez muscular, así como la resistencia al cambio postural. Pueden aparecer temblores y crisis epilépticas.

En la actualidad no existe tratamiento o cura para esta enfermedad. No obstante, para disminuir el riesgo de padecerla se recomienda realizar por lo menos 150 minutos de actividad física por semana y llevar a cabo una dieta saludable baja en grasa, comer frutas y verduras, así como consumir cereales enteros.