Este sábado se celebró el Día Internacional del Abrazo, pero ¿Sabés cómo nació esta fecha?
El psicólogo Kevin Zaborney, de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, realizó un estudio en los ochenta y descubrió que el estrés era propiciado, entre otras cosas, por las pocas muestras de afecto entre las personas, incluso entre miembros de una familia.
La conclusión de su estudio fue que una forma efectiva de combatir el estrés era el contacto físico afectivo: a mayor número de abrazos recibidos, menos estrés y mejor salud mental, emocional y física.
Así las cosas, desde 1986, cada 21 de enero se celebra el Día Internacional del Abrazo, una jornada que sirve para animar a abrazarnos más.
Beneficios de abrazarse más:
Los abrazos tienen múltiples beneficios tanto para los niños como para las personas adultas. Generan una sensación de confianza, de protección y de seguridad, algo que se potencia en situaciones angustiantes o de nerviosismo. En términos específicos, un abrazo dispara la producción de oxitocina, serotonina y endorfinas, un grupo de hormonas que guarda una estrecha relación con la sensación de bienestar y felicidad y contrarresta el efecto negativo de otras hormonas como el cortisol y la adrenalina, relacionadas con las situaciones de estrés.
Los abrazos también favorecen la oxigenación del organismo, prolongando la vida de las células y retrasa el envejecimiento e incrementan la producción de glóbulos blancos, imprescindibles para que el sistema inmunitario funcione a pleno rendimiento.
Según la psicóloga Aroa Ruiz, especializada en inteligencia emocional y docente en el Instituto Europeo de Psicología Positiva, hay 13 tipos de abrazos ¡Mira!
Abrazos clásicos, por ejemplo, cuando nos despedimos de alguien querido. Dos personas se rodean con sus brazos con firmeza situando las cabezas una al lado de otra. Es muy íntimo.
Abrazos de baile. Como su propio nombre indica, se dan para asociarlos a la música. Normalmente, llevan a una de las dos personas implicadas a abrazar a la otra por la nuca (los brazos se unen detrás de esa parte de nuestro cuerpo).
Abrazos visuales. Es sencillo, muy íntimo, con ambas personas pegadas una frente a otra. Pero el espacio que se queda entre los dos a la altura del pecho se sustituye por la cercanía de las miradas cómplices y cariñosas. Este tipo de gesto no exige un gran contacto físico.
Abrazos entre compañeros. Se da entre personas sin una confianza o afinidad especial. Simplemente, se producen unas palmadas en la espalda por un trabajo bien hecho o por la cercanía de algún hecho concreto.
Abrazos asimétricos. Se producen entre dos personas a diferentes alturas. En este caso, la connotación es puramente pasional y erótica.
Abrazos laterales, es otro ejemplo de simpleza y cercanía a la vez. Esta forma de abrazar se produce cuando se rodea el hombro de otra persona con el brazo. Sus significados son varios. Puede referirse a un ansia por reconfortar a la otra persona, compañerismo, simpatía y cariño, amor, ternura, calidez.
Abrazos distantes. Son abrazos incómodos, se dan por simple formalismo y que incluso nos suponen una amenaza. En este caso, en lo que se refiera a los abrazos distantes cabe decir que son altamente comunes.
Abrazos violentos. Incómodos y amenazantes. Son abrazos de gran intensidad, apretados, incluso pueden causar dolor a uno de los implicados/as.
Abrazos protectores. Una de las personas se coloca de espalda a la otra, y la que queda detrás, envuelve con sus brazos a quien se encuentra delante; transmitiéndole así una señal de estabilidad, confianza y cuidado.
Abrazo con movimiento. Es muy común en las personas que se tienen mucho aprecio, pero que no se han visto durante mucho tiempo.
Abrazo por la cintura. Es un tipo de abrazo muy íntimo y romántico, por lo que suele ser bastante común entre las parejas. En este caso, ambas personas envuelven con sus brazos la cintura del otro con firmeza, mientras se miran a los ojos o se besan.
Abrazo en el aire. Se trasmite una fuerte conexión emocional y física, por lo que es común en aquellos que se atraen físicamente.
Abrazo unilateral. En esta forma de abrazar, una de las dos personas rodea con sus brazos el torso del otro, mientras que este permanece quieto y con los brazos caídos. Es decir, quien recibe el abrazo no opone resistencia, pero tampoco devuelve el gesto.
Según la ciencia, el abrazo perfecto debe durar entre 5 y 10 segundos y ser voluntario.
En el Sanatorio del Parque estamos para cuidarte. Por cualquier consulta, no dudes en acercarte hasta nuestras instalaciones.